jueves, 10 de octubre de 2013

Lecturas


CLAVOS EN LA CERCA

Había una vez un niño que tenía muy mal carácter.
Su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debía clavar un clavo en la cerca.
El primer día el niño había clavado 37 clavos en esa cerca.
Al paso de las siguientes semanas, mientras aprendía a controlarse, el número de clavos puestos en la cerca empezó a aminorar.
El niño descubrió que era más fácil controlar su temperamento que estar poniendo clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día cuando el niño por completo ya no perdió el control.   Vino y se lo dijo a su Padre y el padre indicó al niño que ahora sacara un clavo por cada día que había podido contener su enojo.
Los días pasaron y el niño pudo al fin terminar y fue y dijo a su padre que ya todos los clavos habían sido sacados.
El Padre tomó al niño de la mano y lo llevó junto a la cerca y le dijo: Lo has hecho muy bien, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la cerca.  La cerca ya nunca será la misma.
Cuando ofendes de palabra en enojo, esas palabras dejan una cicatriz como estos hoyos.
Puedes enterrar un cuchillo en un hombre y sacarlo, pero no importa cuántas veces digas que lo lamentas, la herida va a permanecer ahí. Una herida verbal afecta tanto como una física.

Los amigos y amores son verdaderas joyas a quienes hay que valorar... Ellos te sonríen y te animan a mejorar... Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte...
Demuéstrales cuánto los quieres...












mayo 2013




jueves, 7 de marzo de 2013